Ek arte de envejecer

Ek arte de envejecer

30 may 2014

Por una mirada

Una anécdota, un cuento, como lo queráis llamar. 
Para mí, una enseñanza de la madre y 

maestra vida.



            El encanto de las rosas es, que siendo tan hermosas, 
nunca saben que lo son.

Una anciana de raza gitana  acudía cada martes, con su tenderete de zapatos,  a un baratillo que se ubicaba cerca de mi habitual cafetería. 
Cada mañana de martes entraba, se acomodaba, me miraba… Un día le sonreí. Al martes siguiente me dio los buenos días. Al siguiente me dijo: ¡qué joven y qué guapa! Otro martes más, me regaló un pasador de pelo y me pagó el café.
Y un día le dije: siéntate  aquí conmigo. 
Desde entonces me esperaba, me obsequiaba, me contaba su triste vida, cargada de hijos, enfermedades y un mal hombre.
¿Empezó todo por una sonrisa mía? No, empezó todo por una mirada de ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario