(No voy contra nadie; voy,
sí, a favor de tantos jubilados como lo están pasando mal, muy mal y la dichosa
subida, ¿qué les puede solucionar? Humanismo nos hace falta a todos y ponernos
en su lugar: empatizar.)
DIARIO CÓRDOBA/OPINIÓN
17/2/2015
¡Y menuda
sorpresa! Carta de la seguridad social aterriza en mi buzón entre un motón de
papelotes de propaganda, pero, ¡cómo se hacía notar! Atropelladamente la abrí,
mientras casi temblando deshojaba la margarita: bueno, malo, bueno.... ¡Tres
folios por las dos caras! Sobrevolé por los renglones hasta que, como sí
palpitará en fuerte taquicardia, tropecé con la palabra subida y unas cifras
astronómicas que al día de hoy sigo sin saber qué interés tienen para los
bolsillos. Un respiro, con la palabra subida, una gozosa parada, tomar aire y
seguir leyendo. ¡Ea, que sí, que 0'25 por ciento! ¿Y cuánto es eso? -me
pregunté como un párvulo en matemáticas-. Folio, boli y cuentas y más cuentas a
la antigua usanza con su mijita de inclinación y todo, pero nada, 0'25 por
ciento me daba 25 céntimos por cada. 100 euros. O sea por cuatrocientos euros,
un euro de subida. No, no podía ser -me decía-, y más cuentas, reglas de tres y
hasta consultas a expertos por si acaso. Pero el dichoso 0'25 seguía inmutable
en resultados. Euro por cada 400. Bueno -me dije-, me podré dar un caprichito,
pagar luz, pagar medicamentos, comunidad e impuestos y hasta podré subir mi
donación al chico del semáforo. Un euro por cada 400 da para mucho. ¡Qué pena
de tantos jubilados que, a boca cerrada, aceptan y callan porque, ¿quién los va
a escuchar? Acostumbrados a privaciones y trabajos en tiempo difíciles,
esperaban una mejor vejez que se disipó en papales más caros que su retumbante
subida. El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza pero
cuesta mantener alguna ilusión con tan tristes expectativas. En fin, señores
subidores de pensiones, una servidora como es solidaria, generosa y “mu”
requetebuena les regala sus 0'25 céntimos para que se tomen algo a mi salud y
porque dice mi monedero que es pobre pero digno y que esos céntimos son un
insulto.