Ek arte de envejecer

Ek arte de envejecer

28 ene 2014

Esto era yo una vez

Nueva entrada a mi blog que tal vez os guste leer:

Esto era yo una vez

19 ene 2014

Mi despertar, hoy


(De mi Blog, pensamientos, poemas, cuentos.... Po si le intresa a algún seguidor de este Blog y no lo conoce)



Nube que como ola gigante se precipita en luz
a esta tierra de tinieblas
Sí, hoy domingo, diecinueve de  enero de  dos mil catorce. Mi fiel despertador, con todo el respeto del mundo, me llama a las cinco treinta de la madrugada: mi hora de cada día. Lo esperaba despierta, tras el solivianto de una tremenda pesadilla. Oigo la lluvia  que no ha cesado en toda la noche, siento frío, siento un fuerte calambre en la pierna derecha, me duelen los ojos, me pesa tanto el día… ¿Levantarme, no levantarme?  La dudas se me agolpan: ¿Vestirme, salir a la calle con mi maldita agorafobia, mi cafetería, hoy  domingo cerrada, tendré que coger el coche y buscar otra cercana? Sola, ¡qué sola! Voces de ¡tantas y tantas decepciones! Creo que nadie sabe de mis grandes problemas, siento miedo a un ictus, a un infarto… ¿cuándo me encontrarían? Salgo al fin de la cama. ¡Ay, ay! ¿Me estoy mareando?  Delante del  mago espejo, trato de sonreír. Cosas tuyas me –dice- Deberías saberlo; no estás mal. Tu piel es tersa, tu mirada serena… ¡Anda, anda y sigue; no te detengas.
Y carrito chico de la compra a ristre  como compañía en la que  apoyarme, abrigo, paraguas, bolso, bufanda, guantes… Son las seis y cuarto. Llueve a cántaros. El coche frente a mi puerta. Dos pasos y estoy dentro. Mi avenida un espejo donde los semáforos a gusto se encienden y apagan en misteriosos reflejos que se pierden  en el asfalto. ¡Ni un coche! Solo el mío con el runrún del limpiaparabrisas que no cesa. Pulso el botón de la radio y una preciosa música me emociona y me caen   lágrimas como gotitas de lluvia más que empapan mis mejillas. Llego a mi destino, me recompongo, el bar está solo, el camarero me sirve el café y exclama: ¡Mala “orilla” para madrugar, señora! Asiento y  trato de sonreír.  La conozco del periódico –dice, y yo creo que por decir algo-, y siempre la leo. Gracias -contesto y me sale la voz ronca, dificultosa- Cuídese que  hay muchas criaturas con gripe.  Se aleja, mientras pienso: ¿cuál será la segunda voz que escuche? Regreso al coche. Ha cesado de llover y la temperatura es agradable. Me siento algo mejor, pero frente al ordenador, no sé por dónde empezar o por dónde seguir. Se me ocurre escribir  mis dos horas de vida, hoy, pero me digo: ¡si mis  seguidores saben ya de otras veces! ¡Y si a lo mejor piensan que me repito! ¡Y si…,  nada, que piensen lo que quieran! Son unas horas  más de mi vida que comenzó con esta radiografía.
Y ya ha amanecido. Hay nubes   negras por los cielos de Córdoba. A mi derecha, un poco más tarde, una gigantesca nube anaranjada como preludio de buen día. Mi fotografía de cada día a esta hora en punto y mi oración de hoy a este mi cuadro del Corazón de Jesús que incesantemente me mira: ¿En Vos confío o confío en mí? ¿Ayúdame o tengo que ayudarme? ¿Oración o mantra? No lo sé, pero mi reloj sigue marcando horas,  y yo quiero imitarlo y seguir dando pasos, aunque sean muy cortitos. 
Ahora me voy al blog y, ¡hala, publicar y que sea lo que tenga que ser!

13 ene 2014

Banco de Medicamentos


OPNIÓN / DIARIO CÓRDOBA
BANCO DE MEDICAMENTOS
ISABEL Agüera 14/01/2014

Arrastrando un ictus llegaba a la farmacia un hombre de avanzada edad. En un trozo de sobre llevaba escrito el nombre de un medicamento. Sin mediar palabras lo puso en manos de una amable chica que, tras perderse unos instantes, regresó con él en la mano. Son 15 euros -dijo. De espaldas y con grandes dificultades de movimiento, contó y recontó un puñado de monedas que llevaba en el bolsillo. 
No, no le alcanzaban los 15 euros ni tan siquiera aproximadamente, por lo que dándose la vuelta, exclamó: lo siento; me lo llevaré otro día. Por supuesto no se fue sin aquel medicamento necesario para una pertinaz y bronca tos que mal disimulaba. 
Sinceramente sentí indignación, vergüenza, como ser humano que deseo ser ante todo, de que sucedan estas cosas. ¿Cómo es posible que tanto dinero se tire o como mínimo, se gaste en mil cosas innecesarias y no se le pueda recetar a un jubilado, enfermo, el medicamento que precisa? ¿Con 500 euros, por decir algo, que en muchos casos es bastante menos, se pueden cubrir gastos mínimamente básicos? Se los daría a este gobierno o al otro, que me da exactamente igual, a ver cómo vivían. 
Toda una vida de trabajo, cotizando y cumpliendo para aterrizar en tierra de nadie en la que ni tan siquiera la enfermedad merece un respeto! 
En estos días hemos visto en la tele grandes bancos de alimentos en los que la generosidad de la gente, que no es precisamente quien debe remediar los problemas generados por otros, llenaba las cestas de Navidad, pero yo hoy me pregunto: ¿hay bancos de medicamentos? La verdad es que no lo sé pero si es que no  habría que crearlos y así poder dar cobertura a tantos medicamentos retirados, apelando de nuevo a la ciudadanía, a la compasión y solidaridad. O sea, a la humillación que conlleva la caridad de otros tiempos, cuando se atenta a un derecho más que  ganado.

8 ene 2014

Valor de la autoestima

Queridos amigos/as. Tal vez os interese el siguiente enlace:

Somos lo mejor que tenemos: autoestima

5 ene 2014

Día de Reyes y nuevo año



Como tú, preciosa rosa, quiero vivir y envejecer

En una casa, y expuesta en un hermoso jarrón, lucía una rosa artificial que la dueña compró en un mercadillo. Un día, le regalaron a la mujer una hermosa rosa natural de color rojo aterciopelado. 
La mujer, cogió el jarrón y, quitando la rosa artificial, colocó la natural de la  cual se sentía orgullosa y mostraba a cuantos visitantes llegaban a su casa. Repetía:
-¡Mirad qué pétalos! ¡Comprobad su perfume,  su tersura...! ¡Qué belleza! ¡Tan sólo entrar en la casa se puede percibir su existencia!
La rosa artificial, relegada, sintió envidia y exclamó:
-Pronto volveré al jarrón. Tu vida es tan corta… Pronto, muy pronto, empezarán por ajarse tus pétalos y después, morirás para siempre. Mi vida, por el contrario, es eterna.
La rosa natural  contestó:
-¿Cómo hablas de vida?  Tú no sabes nada de lo que es nacer, crecer, alimentarse, también envejecer... Tú no conoces el lenguaje de los insectos, ni has percibido jamás  los vaivenes del viento, del frío y del calor. Tú, sí, eternamente, naciste muerta. 

4 ene 2014

Mis fotografías

¿Os gustan las fotos, queridos amigos y amigas? A mí, mucho y aunque solo soy una aficionada, os  muestro mi álbum. Gracias por  verlo.

Mi álbum de fotos

3 ene 2014

Mi carta a los reyes Magos





Queridos amigos y amigas: También yo he escrito mis cartita a los Reyes Magos. Sí, para esos  sacos que llevan vacíos por si  se nos ocurre dejarles algo ya que también a ellos les gustan los regalos. El mío, una carta para ese dios que está en ti y en mí, en todos y no colgado del cielo como  un guiñol, carta que quiero compartir con mayores y jóvenes porque ya todos  sabemos “leer”, como mínimo. Se trata de mi oración de cada día y que dice así:
Padre mío que estás en los cielos: En este día, quiero pedirte el  pan que más necesito como alimento. Tú que siempre me lo diste, sé generoso en esta hora y escucha mis ruegos:
No permitas  que los años me hagan insensible a mi realidad presente.
Quiero seguir siendo canción, ilusión, beso  para cada ser humano, sin que me importe el color de su piel, su nombre, su país... Sólo, sí, sólo su mirada fija en  mis manos de   de madre, ayer, de abuela, hoy… De hermana, siempre para todos.
Padre mío que estás en los cielos: quiero santificar cada hora que el reloj implacable del tiempo  me vaya recordando mis achaques y deterioros. Quiero aceptar en paz la soledad y el dolor. Quiero ocultar lágrimas y repartir sonrisas. Quiero tener las manos tendidas en la dirección del amor.
Padre mío que estás en los cielos: venga a  mí tu reino, aquel dónde yo pueda seguir siendo zahorí del jardín maravilloso del mundo... No me importa que la parcela sea pequeñita.  ¡Déjame, al menos, una flor!
Venga a mí tu reino, aquel dónde la injusticia no me sea indiferente, dónde  la ilusión siga  alumbrando este camino que me va a cercando a grandes pasos a ti, al tiempo que me va alejando de mí.
Venga a mí tu reino de paz, sí, la paz del deber cumplido,  con fallos, con errores, con olvidos...¡Soy humana! La paz que hoy, minuto a minuto, quiero crear,  compartir... Quiero vivir. La paz en la que deseo morir.
Padre mío que estás en los cielos: hágase tu voluntad, sin que me revele, sin que me asuste, sin que te reniegue., sin que deje por ello de luchar.
Líbrame de la arrogancia, de la hipocresía, de la envidia...Líbrame de caer en pesimismos y lamentos...
Dame. Señor, cada día, el pan que me torne a mi realidad de hoy para que sin nostalgias, sin temores, siga construyendo, caminando...Y no permitas que ciega a mi realidad,  me proclame joven y virtuosa; tampoco vieja y necia.
¡Dame, Señor, tu pan..! Tú pan es el bocado que  más necesito para que mi AMEN definitivo sea un cántico de gloria que desearía se  se extendiera por el mundo como el mejor himno de paz  por los siglos de los siglos...
¡Ah! También quiero que se me arregle el frigo que, ¡vaya lata que me está dando! Hasta el año que viene y buen viaje. Os quiero.