Ek arte de envejecer

Ek arte de envejecer

21 nov 2012

Soledad de los que duermen solos

 21/XI/2012

No hay soledad para el que sabe
llenarla de bellos momentos.


Dado que el dormir no es precisamente uno de mis hobbys, escucho la radio hasta altas horas de la madrugada.
De ahí que me conmueva descubrir cómo la soledad, sobre todo de los que duermen solos, se torna palabras, con las cuales, los que más o menos conocemos esa experiencia, podemos empatizar.


Es realmente tremenda la soledad del que se queda solo. Del que pierde a su pareja, del que, de buen grado, tiene que aceptar el que los hijos no son propiedad y, llegado el momento, vuelen; la soledad del que cierra puertas, comprueba seguridades, apaga luces y, a solas con la noche, duerme en una casa donde hasta las paredes hablan de otros tiempos, de otras circunstancias en las que todo fue algarabía, vida en definitiva.


Despertarse en la noche y pensar que todas las camas están clausu-radas, es terrible.


No obstante, una breve reflexión, dedicada a los noctámbulos, cuyo clamor comparto a sabiendas de que las luces de la mañana lo enmudecen, reintegrándolos al mundo de la luz y la convivencia con una sonrisa en los labios.


Unamuno dice al respecto:  La soledad es grata para el que tiene vida interior; para el que carece de ella, es una tortura insoportable.


Si bien me parece afortunada tal aseveración, yo la matizaría, en el sentido de que la soledad, a la que me estoy refiriendo, no suele ser grata por las muchas connotacio¬nes de miedo, recuerdos, etc., que conlleva.


Pero creo que, al menos, puede ser llevadera si, detenidamente, uno reflexiona:¿Acaso no es peor el tener un hijo drogadicto o perder a un ser querido? ¿Acaso no es peor desastres, guerras o estar ingresado en un hospital..? Por ejemplo.


Amigos solos en la noche: ¿Por qué no valorar lo mucho que tenemos y afligirnos menos por lo que ya se nos fue?


Una buena cama, una aceptable salud, hijos y nietos sanos, capacidad de abordar un nuevo día, capacidad de hacer el bien, de amar...


No somos justos, cuando lloramos nuestra soledad. Tenemos la riqueza de esa otra vida: la interior.


Si carecemos de ella, entonces, ¡sí que estamos solos!








11 nov 2012

Sencillas postales

Queridos  amigos/as: Unas fotografías y unas sencillas palabras nacidas  en el corazón y tendréis vuestras postales. Intentadlo. Es sencillo y bonito. Haced una colección y tendréis  el mejor regalo de Navidad para hijos, nietos, hermanos, amigos...












9 nov 2012

Un Blog para abuelos/as y demás

Queridos amigos/as: Creo que todos los lectores de este blog, posiblemente, tengamos la dicha de ser abuelos/as. Por ello he pensado que tal vez os guste este blog que dedico a mis nietos/as. En él les escribo cartas, les sugiero trabajos, etc.

Por supuesto, seguro, seguro que les interesará también a los que todavía no lo son pero que tienen contacto con niños/as.  Pinchad en el enlace y ya me diréis.

8 nov 2012

Relatos


Esta tarde de  gran tormenta en Córdoba, os dedico estos relatos, basados en realidad pura y dura

Alias Patillas

Alias Patillas, tan grande, tan abotagado, tan torpe de movimientos… Con una bolsa, sobra de alimentos de un bar, donde recogía papeles y ordenaba mesas, subía, cada atardecer, la rampa de la terraza, camino ya de su casa. Con la vista puesta en un burdo bastón, se detenía en un punto, me miraba, sonreía y agitando un brazo se despedía.

Y yo, soledad y pensamientos que me corrían por el alma y me inundaban de nostalgia, pensamientos que me eclipsaban en un más allá, rueda de sueños infinitos, miraba al Patillas y notaba cómo una página más pasaba por el almanaque de mis días.

Una ardiente súplica me brotaba en el alma: No te me vayas a morir, buen hombre, porque tú, con tus piernas viejas, con tus medios harapos, bien lucidos en tu cuerpo grande, con tus patillas, corola de unos labios que sin palabras sonríen, eres lo único de cada atardecer, eres el mejor testigo de mi permanencia en la vida, eres mi referencia de vida.

Sí, pobre hombre, tú me recordabas mi nada que sonreía al unísono de tu despedida. Y yo, en un instante de tremendo desconcierto, de trágicos contrastes, en un instante de no entender nada y, cuando la sombra de Alias Patillas se superponía en el árbol grande que nos separaba, un halo de paz, mezcla de reflexión y agradecimiento por aquel adiós, me inundaba.

¡Lo sé, lo sé! Tras la vieja y negra boca de Alias Patilla, Dios también me sonreía.
............................

Adiós, abuelo

Hoy, en este poyete de la plaza, frente a la escuela, quiero recordar al viejo Miguel. Aquí se pasaba el día esperando a que su nieto, aquel pequeño de babi blanco, saliera del colegio.

Yo, viandante de obligado pasaje, me detenía cada mañana junto a él. ¿Por qué no se va a su casa? Este no es sitio, abuelo.

Mi casa era el pueblo, mi casa era la “principal” pero, cuando ella se fue… ¡Maldita sea! Y unas palabras siniestras salían de sus labios secos: Niña, ¿yo qué hago ya aquí? Mi silencio, compañía y cariño, era la única respuesta; no encontraba otra.

Un día él no estaba. Me detuve a esperarlo, pero, el pequeño de babi blanco y cartera a rastras, desde lejos, exclamó: ¡El abuelo se ha muerto!

Un escalofrío me corrió de pies a cabeza.

¡Sólo un día faltó!

El día que dejó el poyete de la plaza y se fue al gran trono de Dios.

Unas lágrimas rodaron por mis mejillas entre el bullicio de gente por las calles y de niños en la escuela. Pero sus ojos ruinosos, su mirada opaca que no obstante sonreía, se quedaron en mí. ¡Espérame, abuelo Miguel! Tengo que conocer a la principal y tengo que sentarme contigo en la gran plaza del cielo y entonces, solo entonces, podré explicarte qué hemos hecho aquí.

No, no hay muerte, sólo separación.

............................

Mujer Puta

La encontré sentada sobre una vieja bufanda, almohadilla de largas horas sobre el duro asiento de un banco en una estación del tren que yo esperaba.

Unos cincuenta años. Uñas largas de un rojo insultante. Tacones altos y finos, camiseta receñida de brillantinas, ridícula minifalda que dejaba al descubierto carnes macilentas de unas piernas mal depiladas. Intenso olor, extraño perfume, mareante e impertinente. Ella, cuerpo veterano del oficio, se erguía lujuriosa en manidos ademanes.

Un hombre, palabras soeces, ojos teñidos de un rojo vicioso, cuerpo voluminoso y flácido, olor viejo, revoltijo de vino y tabaco, se le acercó. Husmeándola como animal hambriento ante su presa, exclamó con malos modos: ¡Vamos, puta!

Se alejaron. Antes de perderse en el recodo de una noche negra, muy negra, su mirada y la mía se cruzaron en un zig-zag de preguntas sin respuestas.





5 nov 2012

Algunos Pensamientos

Algunas cosillas que pienso, queridos mayores y que deseo compartir con vosotros y vosotras. Os deseo una feliz semana, repleta de pequeñas cosas que sumadas nos darán un gran total.


Os dedico esta fotografía, hecha desde mi terraza y
 que considero la mejor de la semana


Hay que ser mayor con elegancia, dignidad y yo diría que hasta con solemnidad. No vale el aislamiento y el recluirnos en esa "cabezadita" en el dulce traqueteo del tren que nos conduce en el último tramo del viaje. Hay que vivir, hasta el final, sin perdernos el sabor de los momentos.

…………………………………..

La vida no podemos medirla en años, ni en días, ni tan siquiera en cuartos de hora, la vida es una sucesión de momentos que en cadena y en el repente de un flash nos ilumina al fin de que vayamos troquelando el camino que conduce hacia nosotros mismos.

…………………………………..

Yo creo que un Creador nos espera para dar el aprobado a nuestra obra, pero si no fuera así, para nosotros, primero, y para los demás, después, habrá valido la pena, porque nuestro rastro puede servir de brújula a muchos navegantes perdidos en la fría y negra noche de los años. No tengamos, pues, miedo a la muerte.

…………………………………..

Es verdad que el vértigo de la técnica, de los cambios, nos puede dejar así como un poco descolocados, pero en absoluto fuera de juego, si nuestras capacidades lo permiten, pero las capacidades, si no se ejercitan, se atrofian y si, por desidia, abandono... ayudamos a invalidarlas, nos podemos considerar viejos de remate porque iremos perdiendo continente y contenido.

…………………………………..

Querido mayor: no se puede uno echar atrás con el achaque de los años. Hay que reintegrase cada día a la vida, no obstante habérsenos cumplido la garantía, con la "edad en la boca", dispuestos a ser jugadores activos de cuántos estadios se nos presenten.