(Queridos mayores: Repito aquí, para vosotros, la entrada de mi otro blog, "Pensamientos, poemas, cuentos... " Y lo hago porque creo que son otros los lectores y porque también doy gracias a Dios por poder comunicar con vosotros los miércoles de cada semana.)
Hoy he dado gracias a Dios por haber oído cómo me llamaba a las cinco y media el despertador. ¡Seguía viva.
Hoy he dado gracias a Dios por mi ducha de agua caliente, por mis ropas limpias, por abrir la puerta de mi piso, por salir a la calle y ver cómo llovía y por haber desayunado un buen café con tostada incorporada.
Hoy he dado gracias a Dios por mi ducha de agua caliente, por mis ropas limpias, por abrir la puerta de mi piso, por salir a la calle y ver cómo llovía y por haber desayunado un buen café con tostada incorporada.
Hoy he dado gracias a Dios por tener un coche y poder irme a buscar paisajes de arroyos y nubes por el campo, y por tener una cámara de fotos que los eterniza.
Hoy he dado gracias a Dios porque me he podido dar el capricho de comprarme un coqueto chaquetón, y porque he podido llamar a dos personas solitarias y enfermas.
Hoy he dado gracias a Dios por sentir el dolor de la neuralgia, ya que me ha dado ocasión de acordarme de los que sufren, y he dado gracias a Dios por ver cómo de agradecidas están mis macetas a la lluvia.
Hoy he pedido a Dios que me deje un día más para seguir dándole gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario